Persigo el espejismo en el medio del desierto. Estoy aquí y diviso el espejismo que allá está. Que cuando parece que llego, se aleja más, dejándome con la boca seca y la bronca que genera la sed y el cansancio. Lo vuelvo a divisar unos cuántos pasos más lejos. De nuevo llego sin ver resultado alguno.
Podés decirme que estoy loca y que todo esto es inútil, pero nada es en vano, el camino de regreso a casa está más lejos que la orilla del mar al otro lado.